Las maderas blandas son una buena opción considerando la calidad-precio, pero también están los que tiran para las maderas duras por su resistencia y durabilidad.
La mueblería es uno de los negocios top en el mundo, con un montón de artesanos freelancers en la movida de la construcción.
El ingrediente principal para hacer muebles es la madera; en el mercado, hay varios tipos, pero los dos más usados son el Pino Radiata y el Pino Oregón. Pero la oferta es más amplia que eso. Cada tipo de madera le da algo diferente al mueble, entonces, antes de armar, hay que tener claro para qué va a ser.
Hablando en general, hay dos tipos de madera según el árbol de donde vienen: blandas y duras. Las maderas blandas vienen de árboles que crecen rápido y cortito. Son perfectas para la mueblería porque son livianas, fáciles de manejar y no te arruinan el bolsillo. El pino, el cedro y el abeto son los clásicos.
Ahora, las maderas duras son como el oro negro de las maderas. Vienen de árboles que tardan más en crecer, así que son más resistentes, pesadas y caras. Son un poco más complicadas de trabajar por lo densas que son, pero igual muchos las prefieren para armar muebles. Caoba, roble, cerezo y olmo son los más reconocidos.
El pino es la madera blanda más querida por los mueblistas. Es barata y fácil de trabajar, por eso la prefieren para construir muebles y para la construcción en general. Es fuerte, flexible y se ve bien, por eso es popular para darle un toque rústico. Puedes pintarla, barnizarla y decorarla fácilmente. Hay varios tipos, pero el radiata y el Oregón son los más usados.
El abeto es como el primo del pino, tiene casi las mismas ventajas. Es blanda y versátil, aunque menos común aquí, se cultiva en todo el mundo. Su atractivo principal es su aspecto rayado, por eso generalmente se usa con un poco de barniz.
El cedro es genial para muebles de exterior porque resiste la humedad y los insectos. Es blanda, rojiza y huele muy bien, por eso a veces se deja sin pintar.
El roble es madera dura y preciosa. A los decoradores les encanta por su belleza. Es flexible, duradero y viene en muchos tonos, pero también es cara y pesada.
El cerezo es parecido al roble en apariencia pero más barato. Es bastante rígido y fácil de trabajar, por eso se usa mucho en mesas y sillas.
El olmo es para las cosas grandes como botes y esculturas, pero también sirve para muebles. Es oscuro y aguanta bien la humedad, por eso se usa afuera. Es cara y no tan común.
La caoba es como el Rolls Royce de las maderas. Resiste bien la humedad y la presión. Es cara, pero sus muebles son elegantes y duraderos. Cuidado con el sol directo que puede secarla y cambiar su aspecto.